El mejor
método para reproducir un frutal y a la vez estar seguro de que la calidad, el
sabor y la productividad de los frutos,
van a ser igual a la de la planta madre, es a través del injerto. Otra ventaja
es que si seleccionamos un patrón que le brinde al injerto, resistencia a
condiciones inapropiadas del suelo, resistencia a las enfermedades que padece
ese tipo de frutal, habremos logrado muchas ventajas adicionales. ¿Por qué en
una plantación de cualquier frutal (aguacate, mangos, naranjas, guayabas,
carambolas, etc.), es importante que la reproducción sea a través del injerto?
Es de vital importancia, que esas plantas de frutales de una plantación
comercial sean clones, es decir todas de un genotipo idéntico porque en la
comercialización ese es un requerimiento, que todas las frutas tengan igualdad
en tamaño, sabor y calidad.
La cualidad clonal se puede lograr con otros
métodos de reproducción ( estacas, acodos aéreos y acodos subterráneos, uso de
semillas apomiticas, micro-propagación, etc.), pero es a través del injerto que
se logran mayores beneficios, cuando se hace una selección apropiada del patrón
que se va ha utilizar.

Una ventaja
que los agricultores y todas las personas que hace una alta inversión en un
proyecto de frutales, observa en las plantas injertadas, es su rápida
iniciación en la producción. Mientras que una plantación sembradas a través de
semillas tarda 6, 7 y 8 años para la obtención de la primera cosecha, una
plantación de naranjas injertas lo hace a los 2.5 años y 3.5 años de sembrada.
Lo importante en la práctica del injerto, es
que el injertador tenga conocimiento de las enfermedades más perjudiciales que
padece el cultivo y cual patrón debe utilizar para neutralizar ese problema.
Este es un aspecto importante que el Ministerio de Agricultura y su
Departamento de Frutales, deben tratar con las personas que se dedican a esta
ocupación. Agregaría que se organicen cursos teóricos -prácticos sobre
“Injertador de frutales” donde además de la parte practica, se enfatice en las
cualidades de los patrones de las diferentes plantas frutales.

Sobre los
injertadores actuales debo decir, que hay que reconocer el gran trabajo que han
realizado tanto en el Ministerio de Agricultura, como injertadores
independientes.
Todas las plantaciones de cítricos comerciales, como también
aguacates, mangos, guayabas, etc., que existen en el país, es obra de esos
injertadores. En Santiago y en toda la región Norte, hay injertadores que se
iniciaron en la década de 1960 y todavía están activo en su ocupación de
injertadores. José Ureña de Licey al Medio Santiago, es uno de los que más se
han destacado en esta labor técnica, la cual es imprescindible como hemos
señalado, en el buen funcionamiento de una plantación de frutales.
Se inicio
como injertador a mediado de la década del 1960, específicamente durante la
gestión del Agron. Francisco Rodríguez quien fue el primer Director Regional de
Agricultura de la Regional Norte. Todavía el Sr. José Ureña esta activo en su
trabajo y según el comenta, en esto momento en que ha acumulado una gran
experiencia como injertador, difícilmente falle en los injertos que realiza.
Logra por lo general un 99% de efectividad, aunque se han presentado varios
casos, en que el 100% de los injertos que realiza, todos se prenden.
El
teléfono del Señor Ureña es 809- 580-7436. Los
injertadores de cada Regional del país, debieran ser adiestrados sobre la
metodología en la injertacion en: guayaba, cajuilito solimán, carambola, etc.
También debe incluir ese adiestramiento, sobre selección de patrones para
cítricos, para aguacates, mangos, etc. El cultivo del cacao requiere del uso de
injertos, cuando se siembran híbridos de alta productividad y calidad de sus
granos. En los últimos años se han introducidos al país, diferentes híbridos de
este cultivo, los cuales al reproducirse a través de sus semillas, degeneran
produciendo plantas muy diferentes a los híbridos originales.
En el
cultivo de la naranja valenciana (variedad de naranja muy utilizada en las
plantaciones comerciales, para uso industrial), se ha logrado duplicar la
producción, a través de una tecnología que envuelve el uso del injerto.
Injertando las yemas de la naranja valenciana, en patrones de “Trifoliata
flying dragon” se obtienen unas plantas más pequeñas pero de igual
productividad.
Al ser más pequeña se reduce el marco de siembra, el cual podría
ser: 4 metros entre hileras por 3 metros entre plantas, con lo cual se
lograrían 52 plantas en vez de 20
plantas por tarea, con el marco de siembra tradicional. Cada planta enanizada
podría producir 600 frutos en la zona de Cotui y 400 frutos en la zona de Villa
Altagracia. Como se puede ver, a través de esta tecnología se puede duplicar y
hasta triplicar la producción de naranjas valencianas.
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