Técnicos y
funcionarios del Departamento de Ganadería están mostrando a la población, la
forma de lograr introducir cambios en este importante sector de la economía
nacional. Realizan su trabajo donde debe efectuarse, en los predios agrícolas y
pecuarios de los productores. A esos verdaderos técnicos, es que se les deben
proporcionar todo lo necesario para realizar su trabajo.
Desde vehículos con
buena asignación de combustible, su buen salario y dieta, para que no le falte
nada que pueda hacerlo cambiar de ocupación. Hemos visto recientemente,
profesionales del sector ganadero trabajando conjuntamente con los productores
pecuarios, de diferentes comunidades del país. Enseñando a los productores a
preparar ensilajes, a crear bancos de proteínas a través de fomentar arboles
leguminosos en los potreros, parcelas demostrativas de plantas como el nopal,
el cual además de ser muy resistente a las sequias, tiene un alto porcentaje de
proteína, la cual puede ser aprovechada por los animales y también por los
humanos.
El Departamento de Ganadería
también ha retomado la difusión y uso de la inseminación artificial en vacunos,
como una forma económica y rápida de mejorar la raza del ganado local. El mayor
logro que ya está a un paso de efectuarse, es eliminar las enfermedades en los
vacunos, en las aves y en los cerdos, que impiden la exportación de carne. En
los vegetales y frutas, el Ministerio de Agricultura ha enfatizado en la
inocuidad que deben tener, para que no sean rechazados en los mercados
internacionales y en nuestro propio mercado nacional. Cuando hay verdadero
deseo de hacer las cosas, se hacen y se hacen bien.
Para lograr producir
lo que consume la población dominicana de leche y la carne que se requiere para
la exportación, se necesita de la aplicación de tecnología, sea ésta muy
sofisticada o técnicas sencillas y fáciles de aplicar.
Comenzando con las
técnicas sencillas, los ganaderos deben identificarse con la ecología nacional,
para lo cual deben tener sus áreas de pastoreo sembradas de árboles
leguminosos. Estos árboles les proporcionan a los animales sombras y además
enriquecen el suelo en nitrógeno, lo cual favorece al pastos que se desarrolla
en su área de influencia, produciendo un pasto mas frondoso y rico en proteínas. Las plantas leguminosas tienen en su sistema radicular nódulos, los
cuales son colonias de bacterias que extraen el nitrógeno del aire del suelo y
se los ceden a la planta. Las plantas
leguminosas a su vez le proporcionan a las bacterias hidratos de carbono, para
su alimentación.
Otra planta (árbol) leguminosa que los
ganaderos deben sembrar en sus potreros, es la leucaena del tipo “Salvadoreño”.
Este árbol tiene la ventaja de que además de ser leguminoso, sus hojas y ramas
son muy apetecidas por el ganado vacuno y además tienen un altísimo porcentaje
en proteínas.
En cuanto al mejoramiento genético de los
animales, no estamos aprovechando al máximo las últimas técnicas (no tan
reciente, en E. U. y otros países se está utilizando desde la década del 1960)
como por ejemplo el trasplante de embriones. Me refiero específicamente al
trasplante de embriones completo. No es el caso de traer embriones de E. U. o
de Europa e implantarlos en el útero de vacas en celo. La técnica tendrá sus
resultados positivos, pero hay que tener presente que faltaría algo muy
importante y es saber si ese animal que nacerá de ese embrión, tendrá la
resistencia al medio ambiente y como será su productividad y desarrollo en ese
nuevo hábitat.
Todo ganadero que lleva bien las
estadísticas de cada animal, sabe que en el ganado criollo y en el ganado de raza o de cruzamiento, hay
animales que se destacan ya sea en la producción de leche o de carne. No existía
hasta hace poco tiempo, como señalamos anteriormente, la forma de multiplicar
masivamente una vaca de alta producción de leche ó de carne y a la vez de buena
resistencia al medio ambiente. Tenía que conformarse el ganadero, con obtener
de esa vaca 8 crías en nuestra ganadería
sub-desarrollada y con 4 crías en aquellos países de ganadería moderna. Sin
embargo, aplicando la técnica del trasplante de embriones a esa vaca excepcional
se pueden lograr al año de 18 a 30 becerros, multiplicado por 8 años
obtendríamos unos 144 a 240 becerros. En países de ganadería desarrolladas
tendríamos que multiplicar por 4 años que es el promedio de duración de las
vacas sometidas a varios ordeños diario
La reproducción masiva de las características
positivas que un toro transmite a su descendencia, se logra de forma natural,
obteniéndose al año cerca de 100 crías. Sin embargo desde principio de siglo, se ha
aprovechado de forma muy eficiente la producción de abundante esperma que el
toro emite en cada eyaculación. Se ha determinado que para fecundar una vaca se
requieren 10 millones de espermatozoides.
La producción de cada eyaculación está en
alrededor de 10,000 millones de espermatozoides, en otras palabras con lo que
se fecunda una vaca de forma natural, se podrían fecundar teóricamente 1,000
vacas con igual o mejor resultado. Al año un toro utilizando la inseminación
artificial, produciría esperma para fecundar decenas y centenas de miles de
vacas. En el país se ha estado utilizando la
inseminación artificial desde los años 50 y se debe intensificar su uso, porque
ésta es una forma eficiente de mejorar la ganadería nacional.
Qué se logra con la puesta en práctica de la técnica del trasplante de embriones?
Simplemente multiplicar de forma masiva,
aquellas vacas que muestren condiciones excepcionales en relación a la
producción de leche o de carne. En vez de obtener una cría al año, se obtendrán
de 18 a 32, con la ventaja de poder seleccionar aquellos embriones que
producirán hembras y los machos eliminarlos en caso que no se deseen. Una vaca
no debe someterse a más de tres tratamientos de súper-ovulación al año.
Lo primero que se debe lograr en la aplicación
de esta técnica, es la proliferación de
óvulos en la vaca que se quiere multiplicar. Las vacas lecheras en las cuales
se llevan registros, se le debe aplicar a los 8 a 12 días de su ciclo estral,
la hormona folículo estimulante (FSH). El nombre comercial en E. U. es SuperOf,
Ovagen en Nueva Zelanda, Vetrapharm en Cánada, aplicado éste producto dos veces
al día durante 4-5 días. Además se debe aplicar en las vacas donantes y en las
que servirán de receptoras, prostaglandinas (PGF2alpha), con la finalidad de
sincronizar su ciclo semestral.

El siguiente paso es fertilizar los 6 a 10
óvulos que se han logrado producir en cada vaca donadora, que como se indicó
anteriormente, solo se producía uno en cada ciclo estral. El día que esa vaca súper-ovulada
muestre señales de celo, lo cual se reconoce fácilmente, se aplica una doble
ampolleta de semen en la inseminación artificial.
Esto se hace a las 4-6 horas
después de las señales del celo, y se repite a las 10-12 horas. En el caso de
utilizar la fecundación natural a través del toro, se recomienda colocarlo
junto a la vaca donadora de una vez que se observa el estro y se continua cada
8 horas, dejándolo junto a la vaca durante 10 minutos, hasta que ella no sea
receptiva.
El siguiente paso es la recolección de los
óvulos fecundados, los cuales están alojados en el útero de la vaca. Para esto
se hace un lavado a los 6-8 días después de la inseminación, con sal isotónica
o suero, al tiempo que se le hace un masaje al útero con la mano introducida a
través del recto, y se vacía todo ese componente líquido con los óvulos
incorporados, en un recipiente con un filtro especial. En la extracción de los
óvulos se utilizan diferentes tipos de catetes, hemos utilizados el denominado
“Foley” y vemos que con éste se facilita la operación.
En el laboratorio se colocan los óvulos en
pajillas y se procede a transferirlos a las vacas nodrizas. Esta operación es
muy semejante a la inseminación artificial. El óvulo se debe introducir en el
cuerpo del útero de la vaca receptora. Lo importante en éste paso, es que la vaca que recibe el embrión
fertilizado esté en igual estado hormonal que la vaca donante, esto previamente
se ha logrado a través de la aplicación de prostaglandina.
Con ésta técnica se puede determinar el sexo
de la cría que se va a obtener. Si el ganadero desea producir crías hembras
solamente, tendrá que pagar un poco mas y aceptar que tendrá un 10 por ciento
menos de eficiencia.
Hasta el momento, no se ha logrado superar el
60 porciento de eficiencia en la aplicación de ésta tecnología. Con todas las
dificultades que pueda tener la aplicación de ésta innovación, ha tenido una
masiva utilización en todos los países de ganaderías desarrolladas del mundo.
En Taiwan (China nacionalista), como también en otros países, además de aplicar
ésta técnica en las vacas, la están usando con muchos éxitos en cerdas, ovejas
y cabras. Con el trasplante de embriones se podría producir hasta 32 becerros de una vaca al
año, en vez de uno como lo hace de forma natural. En cerdas se pueden obtener
82 cerditos en vez de 20 por cada puerca madre.
Hay que reconocer que la inseminación
artificial y el trasplante de embriones en vacas, ha logrado en los países que
han puesto en práctica estas técnicas reproductivas, muchos avances en la
producción de carne y de leche. En estos momentos en que prácticamente se
inicia el uso del semen sexado en vacas, aseguramos que ésta innovación traerá
múltiples beneficios para la producción pecuaria.
El ganadero de leche podrá comprar las
pajillas sexadas, donde les aseguran hasta un 95% de eficiencia de que la cría
será hembra. Lo mismo el ganadero de carne, tendrá ese mismo porcentaje en las
vacas inseminadas con semen sexado. Las investigaciones para obtener el sexado
del semen del toro, se inician en el 1970. Aunque para el principio de la
década del 1990, se tenía establecida la metodología para la obtención del
semen sexado, es en el 1999 que se obtiene la primera ternera lograda con ésta
técnica. Luego en los años posteriores al 2,000, la técnica se difunde a varios
países por ejemplo: Brasil, China, Argentina, Canadá, Inglaterra y otros países
del mundo.
Somos partidarios al igual que en la técnica
del trasplante de embriones, que los animales que participen en la inseminación
artificial sexada, sean nativos del país. Es decir que si aplicamos la
inseminación artificial sexada a una vaca, ese semen sea de un torete criado y
desarrollado en el país. Esto quizás no se pueda lograr dentro de algunos años,
pero si se está haciendo en Argentina, en México, China y otros países.
En el
trasplante de embriones, esto podría hacerse con más facilidad (mayor economía)
que en la inseminación artificial sexada. Una vez se selecciona la vaca que va
a ser estimulada a una súper-ovulación, lo que se debe tener en la finca es un
buen toro ó pajillas de un toro criado en el país, para la fecundación.
Los
óvulos a través de un microscopio y conociendo las características que
presentan los embriones fertilizados, podemos rápidamente seleccionar aquellos
que van a producir una hembra ó un macho. La clasificación del semen del toro,
se realiza de forma masiva pero se requieren equipos muy sofisticados para
poder aplicar la citometría de flujo y rayo laser, logrando con esto separar
los espermatozoides xx (hembra) y los xy (machos).
La clave para poder sexar el esperma del toro
la ofreció el pesaje de los espermatozoide xx , xy. Se determinó en ese pesaje
que el ADN de los xx (originan hembras) pesaban 3.8% y 4% más que los xy
(originan los machos). La complicada técnica creada para esa separación, se
basa en esa diferencia de pesaje la cual ha dado magníficos resultados (el
rango de efectividad está entre 60% y 95%). Hasta que en el país no se disponga
del costoso equipo para sexar el semen del toro, tendremos que utilizar semen
sexado importado, como también se está haciendo con los óvulos fertilizados,
los cuales al igual que el semen vienen congelados en pajillas.
Cuál es la razón de utilizar semen y óvulos de
animales nativos? Sin duda que la resistencia que esos animales han logrado, a
través de muchas generaciones al medio ambiente local.
Cuando traemos óvulos fertilizados y los
colocamos en los úteros de vacas nodrizas, nos resulta más económico que traer
las vaquillas, pero a fin de cuentas tendremos animales muy sensibles a las
condiciones ambientales nuestras. En cambio si óvulos y espermas provienen de
animales nativos, las crías que van a originar además de las cualidades que van
a heredar de sus progenitores, hay que sumarle la resistencia al medio ambiente
local.
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