Tierra fértil que se pierde en el mar.


Tierra fértil que se pierde en el mar
La erosión del suelo afecta a todos aquellos terrenos que tienen un desnivel por encima del 2 %. Esto quiere decir que en una franja de terreno de 100 metros, habrá una diferencia de altura de 2 metros. La mayoría de los suelos agrícolas del país, están por encima de ese 2 % de desnivel, en otras palabras casi todos los terrenos agrícolas y no agrícolas debieran estar protegidos para que no se produzca la erosión y por lo tanto el empobrecimiento del suelo. Lo lamentable de ésta situación es que la mayoría, por no decir todos los agrónomos y por lo tanto todos los agricultores no saben ni determinar el porciento de inclinación del terreno ni tampoco preparar las curvas de nivel, las terrazas agrícolas y otros métodos de prevención de la erosión, salvo algunas honrosas excepciones.

La carrera de Ingeniería Agronómica de todas las Universidades del país, tienen en su pensum por lo menos dos cursos de Topografía, ofreciendo 3 horas de teorías  y 4 horas de prácticas semanales en cada curso. Sin embargo cuando el Ingeniero Agrónomo ejerce su profesión, ya sea en el Ministerio de Agricultura o en cualquiera de las Instituciones del Estado, no tiene acceso a los equipos (pantómetra, teodolito, tránsito, etc.) que son necesarios para determinar las curvas de nivel, según las enseñanzas ofrecidas en dichos cursos de topografías. Lo cierto es que se necesita con urgencia, que se inicie un proyecto de prevención de la erosión y el empobrecimiento del suelo, en toda el área geográfica del país. Hay que prevenir la erosión con más intensidad en las cuencas de las presas, ríos, cañadas, lagunas y otros acuíferos.

Hay que reforzar más para evitar la erosión en las zonas boscosas, preparando zanjas siguiendo las curvas de nivel. Todavía con mayor intensidad, en las zonas agrícolas ubicadas en áreas montañosas, donde las pendientes son muy fuertes y se tienen que emplear técnicas con las cuales se reduzca la fuerte erosión que allí se producen. 

Cuáles son los males que ocasiona la erosión hídrica o sea, la provocada por las lluvias?.  Principalmente la pobreza del suelo y por lo tanto el abandono de éste, por el productor agrícola. Los cultivos agrícolas si se tiene en cuenta la aplicación de una correcta rotación de cultivos, no empobrecen los suelos. Pero si se aplica una mala rotación de cultivos y además el terreno está desprotegido de los efectos de la erosión, en menos de 2 ó 3 años, el terreno se empobrece totalmente. El daño es todavía mayor, porque esas partículas de suelo erosionado, se depositan en el lecho del río ó cañada cercano, arropando los huevos de peces y de otros animales acuáticos, disminuyendo la multiplicación de esos animales.

El suelo que llega al mar hace un grave daño a los arrecifes coralinos, cubriéndolo con esa capa de suelo. También ese suelo erosionado hace un grave daño a los manglares y a toda la vida acuática del mar. En conclusión el suelo y el agua deben quedarse en las montañas, para que los agricultores que habitan las zonas montañosas del país, sigan obteniendo sus alimentos y no tengan que emigrar a otros lugares y para que el agua almacenadas en las montañas, mantengan el caudal de los ríos, cañadas y demás acuíferos en un alto nivel y puedan abastecer el consumo de agua de las ciudades y toda la población del país. Estudio realizado en Costa de Marfil (Africa), revela la importancia de mantener las montañas bien forestadas. En las montañas bien forestadas las pérdidas de suelos según el estudio, fue de 0.03 toneladas de tierra por año/hectárea. Las pendientes (terrenos inclinados) con cultivos menores pierden 90 toneladas de tierra/año/hectárea. Los suelos desnudos sin ninguna protección pierden 136 ton./año/hectárea.

La mejor forma, la más sencilla y a la vez la más económica de preparar el terreno de jalda o inclinado, para protegerlo de la erosión provocada por las lluvias es con el caballete o borriquete. Este sencillo aparato fue mostrado por primera vez en el país en la Herradura, Santiago, en el año 1965, por el  Dr. Robert Chenney y Dr. Leon R. Smith, ambos profesores de la Universidad Texas A &M. y miembros del AID en la Republica Dominicana. Comenzamos a utilizar éste sencillo aparato en Constanza, los agricultores aprendían de una vez el manejo del ¨caballete¨ y preparaban canales de riego y curvas de nivel y terrazas agrícolas fácilmente con el. Luego en los campos de Santiago, Moca y Salcedo tuvimos igual receptividad de parte de los agricultores que aprendían rápidamente su manejo.


Los estudiantes que participaban en los cursos que ofrecía sobre: frutales, cultivos agronómicos, hortalizas, etc., aprendían el manejo del ¨caballete¨ y luego esos estudiantes brindaban demostraciones a los agricultores, a los cuales transmitían esos aprendizajes tan importantes en el desarrollo y conservación de nuestros suelos agrícolas. El Plan Sierra en la década del 1980 desarrolló un programa de conservación de suelos, utilizando el caballete y el clinómetro o nivel tipo ¨A¨ para determinar las curvas de nivel. En la actualidad no se está haciendo absolutamente nada, en relación a la prevención de la erosión y a la conservación del suelo. 


Los agricultores hacen su ¨tumba¨ queman todo y luego siembran esos terrenos jaldeados o de pendiente, con las hileras dirigidas de abajo hacia arriba. Esto es, facilitando la erosión producida por el agua de lluvia, lo cual en un período de 2 a 3 años, como hemos indicado, el terreno tiene que ser abandonado por improductivo.

Se tiene que retomar de nuevo el programa de conservación de suelos, del Ministerio de Agricultura a nivel nacional, teniendo presente que el recurso ¨suelos agrícolas¨ es vital para la alimentación humana, animal y la supervivencia de la vida en general.
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