En cuanto a la fertilización, el uso de diferentes abonos orgánicos no garantizan que estamos devolviendo al terreno, los nutrientes extraído por las plantas. La deficiencia está, en que la mayoría de los desperdicios orgánicos utilizados como abono, tienen muy bajo contenido en los nutrientes prioritarios de las plantas. Como se sabe el nitrógeno, el fósforo y el potasio, son los elementos nutritivos de las plantas, más utilizados en su alimentación y ninguno de los abonos que se utilizan en sustitución de los abonos químicos ( es decir los abonos orgánicos), no lo contienen en un porcentaje adecuado. También son requeridos en una buena proporción el calcio, el magnesio y el azufre. En cuanto a los micronutrientes, los abonos orgánicos aportan cantidades suficientes es decir que el cobre, el manganeso, el molideno, el boro, el cinz, el hierro, etc., podrían estar en cantidades suficientes, en los abonos utilizados por los agricultores de cultivos orgánicos.
Cuál o cuales serían los abonos orgánicos que deberían utilizar los agricultores orgánicos del país, para satisfacer la demanda de nutrientes de los diferentes cultivos que siembran, sin afectar la fertilidad de los suelos que cultivan? Existen pocos abonos orgánicos con altos contenidos en nitrógeno, fosforo y potasio: el más importante y más fácil de producir de manera contínua es el humus de lombríz. El otro es el estiércol de aves marina, países como Chile y Perú tienen grandes aglomeraciones de éste abono en las costas de ambos países, al cual le denominan “guano” y el que exportan a varios países, desde hace muchos años.
En el país se ha estado criando la lombriz “Eisenia foétida” desde hace varios años. Es a partir del año 1992 con el ofrecimiento de un curso sobre la crianza comercial de éste anélido, por el científico chileno Enzo Bollo, en la ciudad de Santo Domingo, que se inicia en el país el desarrollo de la crianza comercial de las lombrices.
En la actualidad, existen numerosos criaderos de lombrices en toda la geografía nacional, pero a nuestro entender hay que hacer algunos cambios y hacerlos mas competitivos. El cambio principal que hay que ejecutar en un criadero de lombrices, es en la preparación del lecho o lugar donde se colocarán las lombrices y se obtendrá su producción. Actualmente en el 99% de los criaderos del país, se emplean los lechos bajo sombra y con el piso de cemento. Resulta con ese sistema un costo de inversión mas alto y a la vez dificultad para mecanizar y facilitar las labores de alimentación y cosecha del humus y de la propia lombriz. El método que recomienda el Dr. Enzo Bollo, es la crianza a la interperie a pleno campo, construyendo lechos de 1 metro a 1.5 metro de ancho, por 20 metros de largo. La altura debe ser de 30 cms. a 40 cms y para lograr ésta se pueden utilizar tablas de palma real ó bambues ó ladrillos y también blocks de cemento. El piso es el mismo suelo, lo que facilita la filtración del agua en épocas de lluvias, evitando que las lombrices se ahoguen o que se escapen.
Con éste método y esperando 12 meses después de iniciada la crianza, se obtiene un verdadero “humus” de lombriz, y no una imitación, como se logra con cosecha a destiempo y sin las técnicas apropiadas. Un lecho con las dimensiones señaladas, al cabo de un año podrá almacenar la cantidad de 130 quintales a 150 quintales de “humus” de la mejor calidad y una población de lombrices de unos 6 a 8 millones de ejemplares. La extraordinaria facilidad de multiplicación de las lombrices (la lombríz es hermafrodita, con propiedad de fecundarse mutuamente cuando copulan), ha creado la perpectiva de obtención de proteínas, suficiente para los proyectos de cría de cerdos, pollos y ganado vacuno de engorde. Se han realizado las investigaciones sobre éste particular, en Ecuador y en Chile y los resultados han sido muy positivos.
La harina que se obtiene de la lombríz Eisenia foétida (híbrida californiana ó roja californiana) tiene un 72% de proteína, lo que quiere significar que podríamos en un futuro próximo, no depender de la torta de soya para la preparación de alimentos para los animales. El lombricultor que quiere aprovechar ésta cualidad de ésta crianza, debe alimentar a las lombrices con estiércol de animales, los cuales tienen la propiedad de engordar mas rápidamente a las lombrices, producir más carne y por lo tanto más harina de lombríz.
Con proyectos de lombrices se pueden aprovechar todo el componente orgánico de las basuras urbanas (las basuras de los pueblos y ciudades tienen un 60% a 70% de material orgánico). Hay experiencia en Ecuador de por lo menos tres municipios que procesan las basuras a través de las lombrices. El país no está aprovechando en su totalidad, las ventajas de la cría de estos animales en relación a la producción de un abono excelente, para los proyectos de agricultura orgánica y muy bueno para recuperar aquellos suelos que por diferentes motivos, han perdido su fertilidad.
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