La contaminación de los suelos y la pérdida de su fertilidad.

El uso del agua de riego en la agricultura es vital e imprescindible, para desarrollar una agricultura rentable y con la seguridad de que una sequía prolongada vaya a dar al traste con la producción. Sin embargo, la forma de contaminación de los suelos agricolas más rápida y a la vez más intensa, es la que se produce a través del agua de riego, cuando está ha sido contaminada con los desechos de las industrias, vertidos de forma irresponsable en canales o ríos que circundan en su cercanía.

Cuando ríos o canales de riego pasan por una ciudad ó pueblo, son muchas las sustancias contaminantes de las industrias y de otras fuentes, que se diluyen en sus aguas. Esas sustancias podrían ser metales pesados como el cadmio, el mercurio, el plomo, el cobre, también el cinc, el arsénico y otros. En un país donde las personas que tienen industrias no se preocupan por hacer plantas de tratamiento verdaderamente efectivas, donde las minas que extraen y procesan metales no efectúan ninguna labor que tienda a disminuir tanto la contaminación del agua como del aire, sin duda que conjuntamente con el desarrollo industrial, estamos creando los problemas prioritarios del futuro, que serían sanear todos los suelos agrícolas víctimas de esa contaminación.

Esta situación se ha presentado en todos los países que han alcanzado el grado de país desarrollado.

Taiwan por ejemplo, en los años de 1970 tenía en esa época una efervescencia en su sector industrial. Por donde quiera surgían industrias de todo tipo y muchas de éstas, utilizaban metales pesados en sus procesos industriales. Esos metales pesados fácilmente llegaron a los terrenos agrícolas que utilizaban el agua en el riego de sus cultivos, la que al pasar cerca de las industrias se contaminaron y por consecuencia, miles de hectáreas fueron afectadas resultando inservibles para la producción agrícola. El proceso de rehabilitación ha costado mucho esfuerzo y dinero, en una labor casi imposible de realizar.

La contaminación de un terreno agricola con los metales pesados y otras sustancias tóxicas, crea problemas a la vida microbiana del suelo. Desde hace cientos de años se ha comprobado, que los micro-organismos que habitan en el terreno en su mayoría, realizan una actividad muy positiva para el desarrollo de las plantas. Sin duda que la contaminación ha disminuido esa población, notándose las deficiencias del suelo, en proporcionarle el ambiente ideal a los cultivos. Otro problema que crea la toxicidad del suelo es justamente en el antagonismo que origina, en cuanto a la absorción de los elementos nutritivos de los vegetales. Además esos elementos altamente tóxicos, pueden ser asimilados por las plantas y luego pasar a las personas que ingieran esos alimentos contaminados.

Sobre todo en el caso de los vegetales, los cuales en su mayoría se consumen las hojas, tallos y frutos generalmente crudos, por lo tanto el daño es aún mayor. La recuperación de esos suelos convertidos en improductivos, por el exceso de metales pesados es una labor difícil por no decir imposible. En Japón lo mismo que en Taiwan, se han utilizado ciertas especies de algas y otros vegetales, que tienen facilidad en absorber esos agentes contaminantes, también se han utilizado con muchos éxitos las lombrices.

Aunque se han logrados avances en estos trabajos, lo mejor es evitar que los suelos sean contaminados con agua procedente de pueblos y ciudades, donde las industrias vierten sus desperdicios en los arroyos y canales que luego son utilizadas sus aguas en el riego agrícola.

Saliéndonos un poco del tema central, en Alemania como en los demás países europeos, donde se produce la denominada “lluvia ácida” (reacciones químicas de SO2 y los óxidos de nitrógeno, los cuales provienen de la combustión del carbón y de la combustión de los derivados del petróleo), le han buscado una solución a las aguas y los suelos afectados por dicha lluvia contaminante. Le aplican en grandes cantidades cal, tanto a los suelos como a los lagos y lagunas afectados por estas precipitaciones nocivas. De ésta manera se neutraliza la acidez excesiva, lo cual es perjudicial para

la vida de los peces y otros animales acuáticos y para el desarrollo de los cultivos agrícolas.

Teniendo el país en éste momento un crecimiento industrial bastante acelerado, es necesario aplicar medidas preventivas para evitar la contaminación del recurso “agua de riego”, el cual es vital para el desarrollo exitoso de la agricultura. Continuamente los técnicos del INDRHI, deben analizar el agua de los ríos y canales de riego, para detectar a tiempo cualquier presencia de metales pesados. Al mismo tiempo el Ministerio de Industria y Comercio debe mantener junto al Ministerio de Medio Ambiente, una estrecha vigilancia sobre las industrias que se instalen y aquellas instaladas, para que todas dispongan de plantas de tratamiento bien confeccionadas y con los aditamentos necesarios, para evitar que los elementos contaminantes pasen al medio circundante.

El sector agropecuario tiene que eficientizarse y protegerse de estos males que hemos señalado y de otros más que le puedan afectar, teniendo presente que el 90% de los alimentos que se consumen en el país, provienen de la agropecuaria nacional. En cuanto al sector Industrial se debe tener presente que éste, unido al sector Servicios son los sectores de la economía nacional, cuyo crecimiento en cuanto su aporte al PIB indicarán que estamos en proceso acelerado de desarrollo. Esto es una realidad en Rep. Dominicana, el sector Industrial y de servicios todos los años avanzan en su desarrollo haciendo cada vez más aporte significativos al Producto Interno Bruto. El sector agropecuario aunque en los últimos años ha tenido un crecimiento significativo, llegando a producir como señalamos anteriormente, el 90% de los alimentos que consume la población dominicana y más los millones de turistas y nacionales haitianos que residen en el país, muestra éste sector un decrecimiento en su aporte al PIB. Esto es normal en un país que avanza hacia su desarrollo. Todos los países que han alcanzado su desarrollo, muestran su sector agropecuario con apenas el 2% de aporte al PIB, en cambio el aporte del sector industrial muestra un 27% y el de servicio un 71%, este es el caso específico de Francia a mediado de la década de 1990. E. U. para ese tiempo también mostraba iguales porcentajes a los de Francia, con la salvedad de que E. U. se consideraba el 1er. Productor mundial de alimento y Francia el 2do. lugar. Es probable que todavía ocupen dichas posiciones.

Lo importante de todo esto, es la imperiosa necesidad de proteger y estimular el sector Industrial y el de Servicios, porque son los que generan mayor cantidad de aportes al PIB. El sector agropecuario porque es el productor de la alimentación de todo el pueblo y un pueblo o país, que no produce los alimentos que consume no es independiente.